jueves, 12 de abril de 2012

SI YO FUERA UN GRAN LETRADO… (I)



CEÑIRSE A LO LEGAL
 
En la comprobación por los miembros de Inspección del Servicio de Inspección y Registro del departamento de Bienestar Social y Familia de la Generalitat de Cataluña de los hechos que motivaron nuestra queja, se anota en el tercer párrafo:

Altrament, també us informo que la directora del centre com a responsable d’aquest, por adoptar aquelles mesures necessàries que consideri adients per tal de garantir el benestar del residents. [Continua el párrafo, hablando del régimen interno.]

De entrada, hay un caso curioso de doble lenguaje: para Inspección –y para nosotros— la directora es la «responsable de este» Centro. Pero en el organigrama que figura a la entrada de la planta dos, la «Directora Técnica del Centro» es tan solo una mandada de la Junta Directiva, que es quien manda en AFAP. Es ese doble lenguaje –ahora es la Directora, ahora es la Junta— que permite a la directora escurrir el bulto y pasar todas las responsabilidades a la Junta Directiva (entre ellas, algunas ilegalidades de bulto). Y es también ese doble juego el que nos obligó a pedir la dimisión de la directora por creer que este cobarde enmascaramiento con la Junta no preludiaba nada bueno.
            Además, una cosa son «aquellas medidas necesarias que considere oportunas para garantizar el bienestar de los residentes» y otra las que aumenten el poder de la Directora Técnica. Y de esto se trata precisamente: de aumentar un poder que muchos creen ya demasiado.
Hay ocho residentes que han expresado su voluntad de ver desaparecer a este Director como tal. Todos nosotros sabemos –y este nosotros incluye Inspección y Control— que el ambiente dominante en una residencia es el miedo, un miedo que la dirección y algunos miembros del personal a su servicio se encargan de avivar y acrecentar.
A pesar de este miedo, ocho personas han osado decir con corrección que no querían a la Directora Técnica ni su estilo de gobierno, que es, sin más, un ejemplo de mal gobierno. ¿Es que acaso no saben los inspectores qué estado de cosas hace posible ocho firmas en un documento como el que presentamos?
            Pero además, la autorización a la dirección de aquellas medidas que considere oportunas, denota más bien un peligroso desliz. Cuando el Régimen Interno –y resulta que hay dos, ¡e Inspección no aclara qué pasa con esa duplicidad!— no aclara qué hacer en un caso concreto, eso no quiere decir que la Directora Técnica tenga derecho a inventar, ni mucho menos. Una Directota Técnica ha de basarse –en sentido literal: fundamentarse— en la Constitución Española, en la Convención sobre las Personas con Discapacidad de las Naciones Unidas, el Decreto de los Servicios de Acogida residencial para Personas con Discapacidad de la Generalitat de Cataluña, etcétera.         
Esto, y no la pura invención, es lo que corresponde hacer a una Directora ante un caso no previsto en el Régimen Interno. Sin embargo, la política de la Directora Técnica ha sido la del terror: amenazar con la expulsión, expulsar con tres días, cobrarle a un tercero 95 euros (por un accidente), etcétera.
Éste, y no otro, es el ambiente donde se ha gestado la voluntad colectiva de que dimita. Porque las sanciones que se han aplicado son totalmente represivas, nada dialogantes y dan una imagen extremadamente clara de una Directora Técnica autoritaria y absolutamente contrapuesta a las recomendaciones que formula la Generalitat para los cargos de directora de los centros residenciales.
Es obligatorio el someterse a los órganos superiores, pero en caso de no encontrar ninguna ley de trate el tema, entonces el residente es libre de hacer lo que le plazca. La ley dice: no hay que legislar donde el legislador no legisla. El «puede adoptar» de Inspección está bastante discutido en derecho, porque es posiblemente un foco de abusos de poder. En las residencias, ello puede dar lugar a agravios y dobles raseros en el trato a residentes (como efectivamente se han dado). No se entiende como en un caso como éste –de vulneración de derechos fundamentales y de leyes de la Generalitat— puede darse tan alegremente una carta blanca tan peligrosa a la Directora Técnica del Centro impugnada. Señores: estamos hablando de nuestros derechos, para dejar pasar una imprecisión como ésta.
Una directora técnica, ante un problema de este tipo, debería intentar hablar con los residentes y buscaría una salida de consenso (que no iba a ser igual para todos, pero evitaría en cada caso un malestar real). Pero el consenso es lo contrario de la política de la Directora Técnica: ordenado y mando; y no hay más que hablar. Esto no es consenso: es el más puro autoritarismo.
Pero, además, si se hubiese leído la legislación antes mencionada habría visto que todo el andamio de su política era pura y lisamente ilegal, y, por tanto, merecedor de abandono.
… pero yo no pasé de escribiente, pasante o meritorio.

Josep Torrell
Humillados y Ofendidos,
residentes de AFAP

5 comentarios:

  1. ya me libere hace poco mas de un año de una cárcel granja o sea residencia y os apoyare en todo lo que pueda precisamente por eso nació ¿como quieres vivir? para darnos el poder de elegir las cosas se pueden cambiar os lo aseguro lo digo por propia experiencia

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  2. este mismo ENIL RED EUROPEA DE VIDA INDEPENDIENTE organiza una jornada sobre vivienda adaptada a las 16h si os interesa la jornada o necesitáis apoyo asesoramiento etc contactar con ellos sin dudarlo
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