martes, 15 de enero de 2013

A la policía, ¡que remedio!


A LA POLICÍA, ¡QUÉ REMEDIO!
 
El pasado mes de septiembre el departamento de Bienestar Social y Familia de la Generalitat de Cataluña, a través de una de sus inspectoras, sumió en la desesperación a los residentes de AFAP al comunicar que el departamento no pensaba ayudarles en la lucha que llevan contra su dirección en el Síndic de Greuges.
            La dirección de AFAP se ha envalentonado, y ha vuelto a violar el Régimen Interno, dejando el día 13 de enero sin poder acceder al comedor –y, por tanto, sin poder desayunar, comer ni cenar— a  uno de los usuarios que forma parte del colectivo Humillados y Ofendidos (Diversidad Funcional).
            Dice la dirección que a Francisco J. Arranz se le dan aplicado unas “medidas correctivas”, para que le haga la ducha una limpiadora (pese a que una especialista ha dictaminado que puede ducharse él sólo); y que, si se niega, se le negará el paso al comedor. El usuario se ha negado diciendo que el bañarse es un derecho básico, que le ayuda a sentirse útil mientras que el someterse a otros lo único que hace es anularle como persona.
            Lo que ocurre es que esas “medidas correctivas” son un invento de la dirección, que no tienen nada que ver con el Régimen Interno (que ya fue censurado por el departamento de Bienestar Social y Familia por autoritario).
            Ante la persistencia en la prohibición de entrar en el comedor, Francisco J. Arranz no tuvo más remedio que llamar a los Mossos d’esquadra, denunciando:
a—  que no se respeta el honor y la integridad del compareciente (al entrar en su habitación mientras está desnudo),
b— que no se le da de comer que es un derecho básico,
c—  y  que carece de dinero para conseguir comida por otros medios.
            Prohibir a un usuario que coma, y la cínica actitud de la directora técnica diciendo que nadie le prohíbe que vaya a comer fuera, son violaciones explícitas del Régimen Interno, y consideramos que Bienestar Social y Familia no puede permanecer de brazos cruzados cuando la dirección de AFAP vuelve a recurrir a sanciones ilícitas que no figuran en ningún régimen ni legislación.
            Además del caso de Francisco J. Arranz, hay otro caso, que no denunció el caso porque era tutelado.
           
 
Humillados y Ofendidos (Diversidad Funcional)
 
 

martes, 8 de enero de 2013

Sexualidad y diversidad funcional (yes, we fuck)




 






Sexualidad y diversidad funcional (yes, we fuck)



El pasado 28 de noviembre participé en una conversación de ética aplicada sobre sexualidad y diversidad funcional. Se trataba de seguir, con profesionales del trabajo social, psicología, educación social, medicina, enfermería, docentes, maestros, investigadores y estudiantes, el proceso de análisis y deliberación sobre el borrador del documento "Diversidad funcional, afectividad y sexualidad: Algunas cuestiones éticas que plantean las relaciones afectivas y sexuales de las personas con diversidad funcional con necesidades de apoyo extenso o generalizado que viven en residencias "elaborado por el Grupo de reflexión ética aplicada del Consorcio de Servicios Sociales de Barcelona.
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Fue un debate intenso y rico, y hoy quería compartir aquí algunas cuestiones que me planteé:
a) El borrador apunta hacia un documento valiente, muy innovador y con capacidad de estimular el debate púbico sobre la sexualidad en las residencias.
b) Es necesario ampliar, profundizar y sistematizar la hasta ahora escasa participación directa en el debate de las personas con diversidad funcional. Nada sobre nosotros sin nosotros.
c) A pesar de las buenas intenciones, pervive un cierto paternalismo (papel de la familia), algún tic institucional (papel de los profesionales) y una sutil naturalización de la asexualidad (no se identifica como problema el más grave: la falta de demanda de vida sexual, sólo parece problemática la gestión de la demanda).
d) La sexualidad no es "la guinda de un proceso de rehabilitación", es el motor más potente de crecimiento personal, desarrollo de la propia personalidad y de las relaciones sociales. Como tal, debería ser central y no secundaria en la valoración y evaluación de los apoyos sociales para las personas con diversidad funcional.
e) El texto rezuma un constante "querer y no poder" Pese a proclamar que la residencia debe ser "como el propio hogar del usuario" lo cierto es que la institución colectiviza la intimidad y la cotidianidad, y esto genera una tensión que-si bien se puede mejorar-  es irresoluble. Me hizo pensar en la primera escena de Bailo por dentro.
f) En la misma línea del punto anterior, la figura de la incapacitación jurídica choca con las buenas intenciones y hace patente la necesidad de transitar de este sistema de sustitución de la voluntad hacia otro de apoyo a la toma de decisiones.
g) Más allá del "qué podemos hacer por la sexualidad de las personas con diversidad funcional" hay que enfocar también la cuestión en la dirección contraria: ¿qué puede aportar la realidad de la diversidad funcional a la reflexión sobre la sexualidad humana en general.
Y con todas estas reflexiones todavía hirviendo en la cabeza, hace pocos días vi Las sesiones . Basada en textos autobiográficos del poeta y periodista Mark O'Brien, narra la historia de cómo un hombre con tetraplejia inicia a los 38 años de edad su vida sexual con el apoyo de una "terapeuta / sustituta sexual" Como, a pesar de ser práctica habitual en la California de los 50 y 60, sus padres no quisieron ingresarlo en una residencia (la esperanza de vida allí era de 18 meses) Mark hacía vida independiente con asistencia personal en su casa (sí, sí, ¡¡¡ hace 40 años ya se practicaba esta alternativa a la institucionalización !!!).
Esto me llevó a completar las reflexiones antes mencionadas con las siguientes consideraciones:
1) No hay atajos. La única manera de tener una vida sexual plena es teniendo una autopercepción positiva y una vida social rica y compleja. A pesar de vivir en su casa, la barrera de un imaginario colectivo que infantiliza y asexúa a las personas con diversidad funcional había sido interiorizada por Mark de tal manera que rechazaba su cuerpo y no tenía muchas relaciones personales. Tal y como proclama la campaña Undressing disabilty "Disability might not be sexy, but the people with the Disabilities are ".
2) La medicalización de la vida en general y de la sexualidad en particular es un mal camino. Derecho a la salud sí, reducir la persona a la condición de paciente y convertir su vida en un tratamiento no. Las causas de la exclusión sexual de las personas con diversidad funcional son sociales. Cheryl, la asistente / sustituta sexual, se ve desbordada por una realidad que no es médica ni medicalizable.
3) Hacer vida independiente auto gestionando asistencia no garantiza una vida sexual plena, pero da oportunidades y posibilidades. El proceso de crecimiento personal y de auto-aprendizaje de Mark a la hora de relacionarse con sus asistentes y con otras personas resulta ilustrativo
4) La figura del asistente / sustituto / acompañante sexual puede ser un apoyo fundamental para el bienestar físico y emocional de las personas que no tienen acceso a su propio cuerpo y no se pueden masturbar por ellas mismas. Se debe regular y garantizar como derecho.
5) En todo lo que va más allá de las tareas de masturbar a quien lo puede hacerlo por sí mismo y /o facilitar las relaciones sexuales con otras personas, el debate sobre la asistencia sexual está abierto. En mi opinión, se debería incorporar al debate general sobre la prostitución.
6) Quien sea favorable a la regulación de la prostitución puede encontrar en el ámbito de la diversidad funcional argumentos y experiencias de sus beneficios extensibles al conjunto de la población. Quien esté por la abolición de la prostitución, puede incorporar la realidad de la diversidad funcional al proceso de construir una sexualidad humana general suficientemente rica y positivamente apreciadora de la diferencia como para eliminar la demanda de servicios sexuales más allá de la represión policial.
La sexualidad, como expresión intensa de la vida, pone de manifiesto el carácter "ptolomeico" de figuras más pensadas para sobrevivir que para vivir y que asumen el sacrificio de la libertad en nombre de una cierta idea de la protección, como las residencias y la incapacitación jurídica. El giro copernicano que necesitamos en el imaginario colectivo de la realidad de la diversidad funcional nos llevará a una sociedad más humana y más justa para el conjunto de la población. Es un camino largo, complejo y apasionante, pero de momento, si usted -a diferencia de quien escribe estas líneas- aún no tiene diversidad funcional, quédese con una idea muy simple: yes, we fuck ¡¡
Antonio Centeno


Publicado en catalán en www.social.cat el 7 de enero de 2013



 
 


 

domingo, 4 de noviembre de 2012

De la arrogancia



DE LA ARROGANCIA

La definición de arrogante es presuntuoso, soberbio, altanero, altivo, impertinente, desdeñoso, insolente, envarado, despreciativo, despectivo, duro, engreído, vanidoso, orgulloso, imperioso, chulo, chuleta, fachendoso, gallito, tieso, inmodesto, creído, petulante, encopetado, estirado, hinchado, prepotente, soberbio, ufano y valentón.
¿Te topas a menudo con personas completamente encerradas en sí mismas, incapaces de entender a gente con visiones diferentes, creídos que ellos tienen la verdad, hasta el punto de ser altaneras, riéndose  y abiertamente arrogantes? Las personas que realmente se ajustan a esta categoría pueden ser una fuente inagotable de experiencias negativas en su trato, y es mejor evitarlas. Este artículo te ayudará a distinguir entre los verdaderos arrogantes y aquellos con un poco de soberbia (aunque los puedes tolerar).

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Procedente del latín arrogantĭa, arrogancia es la cualidad de arrogante. Este adjetivo (arrogante), por su parte, refiere a alguien altanero o soberbio. Por ejemplo: «El presidente de la junta de una residencia, a pesar de las quejas constantes de los residentes, se paseó por residencia con su habitual arrogancia: ya podéis protestar, quien manda soy yo; sin dignarse a responder las cartas aunque si lo haga para amenazar con la fuerza, siendo asesorado  por sus asesores habituales», «Debes dejar la arrogancia de lado y admitir que te has equivocado», o «La arrogancia de ser presidente no te llevará a ningún lado: te recomiendo estudiar mas la Biblia para seguir mejorando».
Puede considerarse a la arrogancia como un defecto de la personalidad. El individuo arrogante siente un orgullo excesivo sobre su persona y exige un reconocimiento desmedido, creyéndose con derecho a tener privilegios que, en realidad, no tiene ni debería tener.
Por ejemplo, la residencia es para discapacitados y se supone que esta para servir a los residentes, pues lo importante es que la cocina y otros menesteres estén a su servicio.
Pero el personal de la entidad come todos  allí y, de vez en cuando, alguno de la junta. Estos son casi el doble que los residentes. Pero todo lo que come el personal lo pagan los residentes. La cocina debería estar al servicio de los residentes, que además tienen muchas dietas distintas. Aunque, por economía, la comida de la mayoría de residentes es poco variada, se basa en alimentos contraindicados y es la de costo más bajo. El único, o casi, menú normal es el que comen la minoría de residentes y el personal y asimilados. Ellos pueden repetir, pero los residentes no.
Es importante diferenciar entre la arrogancia y la autoestima o la confianza en uno mismo. Tener una elevada autoestima o confiar en las capacidades personales de uno mismo no supone un defecto ni tiene connotación negativa; por el contrario, resulta saludable y beneficioso para la persona. La arrogancia es un exceso de dicho sentimiento.
Ejemplo: uno de la junta tiene un video en una página en que resalta su altruismo desinteresado remarcando su gran valía y sencillez y como parece que la gente no lo saben deja un testimonio con su  imagen.
El arrogante se atribuye una importancia desmedida basada en su autoimagen. Por lo tanto, actúa en consonancia con esa imagen distorsionada de sí mismo y quiere ejercer derechos que se atribuye en base a dicha supuesta importancia.
        Imaginemos una entrevista con un escritor que acaba de publicar un libro. El autor podría mencionar que está muy contento con el resultado final de la obra, lo que refleja su buena autoestima. En cambio, si agrega que acaba de presentar «el mejor libro de la historia de la literatura nacional» o si comenta que «no existe otro escritor con mi talento», demostrará su arrogancia.
En la teoría de la neurosis de Karen Horney, la arrogancia es el producto de la compensación que ocurre en el ego por tener una autoimagen inflada. Por lo tanto la persona pretende ejercer los derechos que cree tener por la importancia que se atribuye a sí misma, basada en su autoimagen; mientras que los demás lo ven y reconocen por lo que es.

La destrucción de un arrogante

Dice Nahúm 2: 8-12: «Fue Nínive de tiempo antiguo como estanque de aguas; pero ellos huyen. Dicen: ¡Deteneos, deteneos!; pero ninguno mira. 9 Saquead plata, saquead oro; no hay fin de las riquezas y suntuosidad de toda clase de efectos codiciables. 10 Vacía, agotada y desolada está, y el corazón desfallecido; temblor de rodillas, dolor en las entrañas, rostros demudados. 11 ¿Qué es de la guarida de los leones, y de la majada de los cachorros de los leones, donde se recogía el león y la leona, y los cachorros del león, y no había quien los espantase? 12 El león arrebataba en abundancia para sus cachorros, y ahogaba para sus leonas, y llenaba de presa sus cavernas, y de robo sus guaridas».
La arrogancia es un estado en que la persona está convencida de que tiene el derecho de estar por encima de los demás. La ciudad de Nínive, capital del imperio de Asiria, por su nivel de poderío adquirido le llenó de arrogancia, aun después del mensaje de Jonás, y le hizo mucho daño a Israel, el pueblo de Dios. Pero todo tiene su fin. Cuando el profeta Nahúm habla de su eminente destrucción, ya no hay retroceso: el juicio sobre la ciudad ya se está ejecutando. Aquí se describe una derrota completa sobre Nínive; oportunidades tuvo de salvarse, pero nunca hizo caso: el verso 10 dice que quedó desolada.
Toda arrogancia tiene sus consecuencias. No hay persona en esta tierra que no tenga necesidad; por lo tanto que nadie se sienta superior a nadie, que el trabajo, posición social, dinero, casa o carro, no le haga sentirse superior, porque tiene sus consecuencias.
Así lo dice Mateo 6: 34 «Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio mal». Y Santiago 4: 13-14 «¡Vamos ahora! los que decís: Hoy y mañana iremos a tal ciudad, y estaremos allá un año, y traficaremos, y ganaremos; 14 cuando no sabéis lo que será mañana. Porque ¿qué es vuestra vida? Ciertamente es neblina que se aparece por un poco de tiempo, y luego se desvanece».
 
La doble cara del arrogante

Muchas veces la persona arrogante trata de impresionar con lo que tiene, y otras veces lo hace en un tono suave, para no dar a conocer su arrogancia: hasta habla en tono suave, pero cuando menos se piensa es una víbora.
       El rey Manases, el hijo de Ezequías, reinó sobre Judá después que su padre murió. Manases comenzó a reinar cuando tenía 12 años de edad (2 Reyes 21:1), y la Escritura nos dice que hizo lo malo ante los ojos del Señor, practicando abominaciones peores que las de las naciones paganas (2 Reyes 21:9). El arrogante en muchas de las ocasiones se muestra humilde, pero por detrás es otra cara. La Biblia dice «El malo, por la altivez de su rostro, no busca a Dios» (Salmo 10:4). 
         Entonces lo más importante es la condición del corazón para con Dios. Manases pudo haber tenido las características personales externas que hubieran hecho de él un gran Santa Claus de los que se presentan en la fiesta de Navidad, pero si no iba en pos del Dios de la Biblia: era una persona arrogante. El vestido no hace al humilde, sino su corazón hacia Dios.

El arrogante busca su propia alabanza

El arrogante busca su propia alabanza, no la que es dirigida hacia Dios. Dicen los Proverbios 16:18 «Antes del quebrantamiento es la soberbia, y antes de la caída la altivez de espíritu».
         Dios rechaza la arrogancia de los hombres, y eso fue lo que le sucedió al pueblo de Nínive, por eso fue rechazado por Dios. Esa fue la razón que la misericordia de Él ya no estuvo a favor de ellos. Y eso mismo es lo que le puede suceder a cualquier persona que se vuelva arrogante, por un lado de muestra un cordero pero por el otro es un lobo, Dios tiene su sentencia para esa clase de persona. Dice el Salmo 5:5 «Los insensatos no estarán delante de tus ojos; aborreces a todos los que hacen iniquidad».
       Aquellos que hacen iniquidad son los mismas personas arrogantes que rechazan a Dios, como muestra el Salmo 14:1, 4 «Dice el necio en su corazón: No hay Dios... ¿No tienen discernimiento todos los que hacen iniquidad?» Y los Proverbios 16:5 «Abominación es a Jehová todo altivo de corazón, ciertamente no quedará impune»

Conclusión

El arrogante está en su propio camino de destrucción como le sucedió a Nínive; pero aquellos que son humildes de corazón ante Dios, se les ha prometido bendecirles. Mateo 5:5 «Bienaventurados los mansos, porque ellos recibirán la tierra por heredad». Dios ha prometido quitar al orgulloso del poder y establecer a los verdaderos mansos y humildes de espíritu.  

Jesús Córdoba García
Humillados y Ofendidos (Diversidad funcional)

domingo, 21 de octubre de 2012

Los nadie, de los diversos funcionales




Los nadie, de los diversos funcionales

Eduardo Galeano (1940) escribió sobre los nadie. Hoy me perdonareis si estas frase las pongo a las personas que son diversas funcionales porque, en realidad, no somos nadie: no nos tienen en cuenta.

Los nadies: los hijos de nadie, los dueños de nada.
Los nadies: los ningunos, los ninguneados, corriendo la
Libre porque tienen los mismos derechos, pero están muriendo la vida, jodidos, rejodidos:
Que no son, aunque sean.
Que no hablan idiomas, sino dialectos con sus cuerpos.
Que no hacen arte, sino artesanía.
Que no practican cultura, sino folklore.
Que no son seres humanos, sino recursos humanos.
Que no tienen cara, sino brazos.
Que no tienen nombre, sino número.
Que no figuran en la historia universal, sino en la crónica
Roja de la prensa local.
Los nadies, que cuestan menos que la bala que los mata.

Casi nadie piensa en los discapacitados

Muy poca gente piensa en los diversos funcionales  (discapacitados).  La sociedad con su indiferencia los discriminó y aun lo arrastramos. Ha sido gracias a la lucha de sus familias y ellos que han podido intentar crearse un pequeño espacio en esta sociedad.
        El sistema con su demagogia paternalista ha aprobado algunas leyes que han favorecido algunas facilidades pero no lo esencial, la persona, creando pequeñas empresas donde se les priva de su libertad de decir si o no.
        Los nadie con valentía están superando una discapacidad que no pidieron. Los gobiernos, los dirigentes de las residencias o la ciudadanía persiste en seguirlos viendo con lástima. Piensan que con limosnas las ayudan.
        Los gobiernos consideran que con otorgarles paliativos, como sillas de ruedas u otros tipos de apoyos, saldan con ellos la deuda que tienen pendiente.
        Por solidaridad, comentaré sobre los derechos de las personas que, por tener una discapacidad, han sido marginadas por la sociedad y el gobierno. Está visto que sus derechos son «letra muerta».
        Para ellos, las oportunidades en los estudios, el deporte, el trabajo y la cultura sencillamente no se les dan con igualdad. Porque quienes las otorgan son tan ciegos que no ven más allá de sus narices.
        Tal parece que la desigualdad solo existe en su mente. ¿Acaso en las olimpiadas no son ellos los que han sacado la cara por España?
        Los nadie de la diversidad funcional merecen que tengan derechos a elegir residencias o pisos, que puedan estudiar en una escuela, que tengan la oportunidad de elegir, que se les respete en sus derechos fundamentales, que erradiquen los problemas desde su raíz.
        La única solución viable para que sus derechos no sean violados por la propia administración (que no obliga a cumplirlos) es tomando en serio la manifestación de que la discapacidad merece respeto, y luchando para que eso se cumpla.

Jesús Córdoba García
Humillados y Ofendidos (Diversisad Funcional)