Hay un solo Dios y un solo
mediador entre Dios y los hombres, 1Timoteo 23-6
Genio
y figura hasta la sepultura
Engañoso es el corazón más que todas las
cosas,
y perverso; ¿quién lo conocerá?
He
querido titular esta nota de esta manera por la gran sorpresa que tuve al enterarme que el
presidente de la organización sin ánimo de lucro –en la que yo estoy— también
pertenecía al consejo pastoral de la
parroquia así como en otras asociaciones del barrio.
Se
supone que al estar en este organismo es porque tiene claro los valores de
Jesús de ser humilde, no mentir, etcétera. Es decir, lo contrario a lo que
caracteriza a la persona de su confianza, es decir, la directora técnica.
Una
asociación que dirige una residencia se dedicada a favorecer la autonomía de
los discapacitados, darles formación, y fomentar el ocio y el tiempo libre, además
de la manutención y demás (que se dan por supuestas por ley y que es lo que consta en sus estatutos y en el contrato
que firmamos todos los usuarios).
Pero es cierto
que no podemos ir a ninguna actividad externa, ya que éstas suelen ser por la
tarde coincidiendo con la cena y no la guardan considerando que nos vamos a divertir. Esto se da de bofetadas con
el fomento del tiempo libre: si quieres comer, no hay tiempo libre porque hay
que elegir una de las dos. (Aunque no todos: hay usuarios dóciles que se les
guarda la cena, lo cual está muy bien, pero demuestra que se da un agravio
comparativo, que como tal contraviene la
legislación vigente).
La
manutención (la comida del mediodía) si la queremos tenemos que pagarla a sabiendo que debe ser una parte que entra
dentro del contrato.
La
directora técnica sabe perfectamente que esto no lo puede hacer (la resolución
del departamento de Bienestar y Familia
dice que esta incluido), pero lo hace como correcto,
y la junta directiva lo acepta.
Nuestro
presidente es un auténtico «genio» en la
tarea de hacer
ver a la gente del barrio que es una «bella
persona» por sus esfuerzos en colaborar en
la ayuda de los discapacitados (diversos funcionales), estar en los diferentes
estamentos, y desprendido por dar parte de su tiempo. Sobre todo es un auténtico
«genio» por
saber disfrazarse.
¡Cuántas
buenas resoluciones y decisiones –que exigen cierta valentía y honestidad— se
evaporan justo después de ser tomadas! Puesto que él solo figura, y los demás
lo hacen todo, el temperamento siempre termina dominando.
¿Qué
hacer entonces? ¿No hay ninguna solución? Algunos se hunden en el pesimismo y
otros se justifican: «Es mi temperamento, no puedo cambiar. ¡Tienen que
aceptarme tal como soy!». Es cierto que, incluso teniendo mucha fuerza de
voluntad, es casi imposible mejorar de forma más o menos duradera.
Lo más
grave es que el temperamento de cada persona a menudo se manifiesta con egoísmo, con envidia y con
violencia. En todas las sociedades se han establecido principios morales para
tratar de frenar las tendencias naturales hacia el mal. Del mismo modo, muchas
religiones piden a sus fieles que se disciplinen para reprimir las malas
propensiones. Estos principios y reglas son como los vínculos y las cadenas con
los que tratamos de contener los desenfrenos de la naturaleza humana, aunque
sin poder curarlos verdaderamente.
Pero
Jesucristo propone otra cosa no mejora la naturaleza humana, sino que da una nueva vida. Aquel que cree en Cristo
recibe una nueva vida, guiada por el Espíritu Santo, cuyo único objetivo es
glorificar a Dios. Por la fe en Jesucristo vive en comunión con él y rechaza lo
que viene de su propio temperamento. Entonces puede decir: «Las
cosas viejas pasaron».
Si
nuestro presidente obrara conforme a la fe cristiana, no pasarían muchas de las
cosas que pasan ni tendríamos como director quien da como correcto cosas de dudosa legalidad.
Jesús Córdoba García
Humillados y ofendidos (Diversidad Funcional)
Ya lo decia mi abuelo: "Hijo mio, hay mas mamones que ventanas". Y en parte estoy muy de acuerdo con mi abuelo...y creo que Jesucristo también, sobre todo el día que vio la casa de oración,como una cueva de ladrones.
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