A LA POLICÍA, ¡QUÉ REMEDIO!
El pasado mes de septiembre el departamento de Bienestar Social
y Familia de la Generalitat de Cataluña, a través de una de sus inspectoras,
sumió en la desesperación a los residentes de AFAP al comunicar que el
departamento no pensaba ayudarles en la lucha que llevan contra su dirección en
el Síndic de Greuges.
La
dirección de AFAP se ha envalentonado, y ha vuelto a violar el Régimen Interno,
dejando el día 13 de enero sin poder acceder al comedor –y, por tanto, sin
poder desayunar, comer ni cenar— a uno
de los usuarios que forma parte del colectivo Humillados y Ofendidos (Diversidad Funcional).
Dice la
dirección que a Francisco J. Arranz se le dan aplicado unas “medidas
correctivas”, para que le haga la ducha una limpiadora (pese a que una
especialista ha dictaminado que puede ducharse él sólo); y que, si se niega, se
le negará el paso al comedor. El usuario se ha negado diciendo que el bañarse es
un derecho básico, que le ayuda a sentirse útil mientras que el someterse a
otros lo único que hace es anularle como persona.
Lo que
ocurre es que esas “medidas correctivas” son un invento de la dirección, que no
tienen nada que ver con el Régimen Interno (que ya fue censurado por el
departamento de Bienestar Social y Familia por autoritario).
Ante la
persistencia en la prohibición de entrar en el comedor, Francisco J. Arranz no
tuvo más remedio que llamar a los Mossos d’esquadra, denunciando:
a— que no se respeta el honor y la integridad del
compareciente (al entrar en su habitación mientras está desnudo),
b— que no se le da de comer que es
un derecho básico,
c— y
que carece de dinero para conseguir comida por otros medios.
Prohibir a
un usuario que coma, y la cínica actitud de la directora técnica diciendo que
nadie le prohíbe que vaya a comer fuera, son violaciones explícitas del Régimen
Interno, y consideramos que Bienestar Social y Familia no puede permanecer de
brazos cruzados cuando la dirección de AFAP vuelve a recurrir a sanciones
ilícitas que no figuran en ningún régimen ni legislación.
Además del
caso de Francisco J. Arranz, hay otro caso, que no denunció el caso porque era
tutelado.
Humillados y Ofendidos (Diversidad
Funcional)
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